Los especialistas advirtieron que la invasión de mosquitos se prolongará al menos por una semana más a menos que sigan las lluvias que alientas su reproducción.
La invasión de mosquitos que se registra en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es de la especie Aedes albifasciatus, conocida como «mosquito de inundación» y transmisora del virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO) que actualmente presenta un brote en caballos en el centro y norte de nuestro país. Se trata también de una especie cuya picadura es más dolorosa.
«Hay abundancia de una especie que llamamos mosquitos de inundación por el tipo de estrategia y ciclo de vida que tiene», aseguró la directora del Grupo de Estudio de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Sylvia Fischer.
La especie se llama Aedes albifasciatus, se caracteriza por ser silvestre y se distribuye prácticamente en toda la Argentina, incluso es tolerante a las bajas temperaturas y llega hasta Tierra del Fuego.
«La característica principal que tiene es que las hembras ponen los huevos en lugares que se pueden anegar cuando llueve, donde se forman charcos temporarios de distintos tamaños. Y en épocas de mucha lluvia, como estamos teniendo ahora, todos los huevos acumulados en estos lugares que se inundan eclosionan casi simultáneamente y generan el desarrollo sincrónico de millones de mosquitos», apuntó la investigadora principal del Conicet y docente de la UBA.
Luego remarcó que «los huevos pueden sobrevivir seis meses, incluso un año. Entonces, para que se produzca un pico de mosquitos tienen que darse muchas precipitaciones después de un período de sequía».
Respecto al ciclo de vida de este insecto, Fischer detalló que «unos días después de emerger, las hembras salen a buscar sangre para completar la cantidad de proteínas que necesitan para poner los huevos. Por eso percibimos que, de repente, hay un malón de mosquitos que está tratando de picarnos».
En este sentido, agregó que «hay cantidades y cantidades de mosquitos emergiendo en gran parte de la provincia de Buenos Aires», y advirtió que toda la zona del AMBA está «recomplicada» de acuerdo con los datos meteorológicos y del monitoreo del Grupo de Estudio de Mosquitos que pertenece al Departamento de Ecología, Genética y Evolución (FCEN-UBA) y al Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (Iegeba) de la UBA y el Conicet.
Además, la doctora en Biología alertó que esta especie de mosquito está vinculada con la transmisión del virus de la Encefalitis Equina del Oeste (EEO).
«Generalmente diría que la picadura del Aedes albifasciatus es inofensiva, pero en este momento estamos teniendo un brote de EEO en caballos a nivel de la zona centro y norte de nuestro país», explicó Fischer.
La EEO es una enfermedad neurológica producida por un Alphavirus homónimo (VEEO) que se transmite a través de picaduras de mosquitos, y aunque afecta principalmente a caballos también puede ser contraída, sintomáticamente o no, por seres humanos.
En las personas, la enfermedad tiene un período de incubación de dos a diez días, la mayoría de los casos son asintomáticos o se presentan como cuadros leves con fiebre, cansancio, dolores musculares y malestar general que se resuelven espontáneamente entre siete y diez días.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud informó este mes un solo caso humano de EEO en el país después de 27 años, en un hombre residente en la ciudad santafesina de Reconquista.
Respecto a otros efectos que pueda tener la picadura del «mosquito de inundación», Fischer sostuvo que «la picadura es un poquito más dolorosa» a comparación de otras especies como el mosquito del dengue, el Aedes aegypti, que «es más sigiloso y nos cuesta sentirlo».
«Es más dolorosa porque el Aedes albifasciatus está adaptado para atravesar las pieles más gruesas de los animales en el campo», aseveró la investigadora y añadió que son mosquitos «más perceptibles que los que habitualmente nos rodean».
Por otro lado, Fischer advirtió que, por la escala actual de abundancia de «mosquitos de inundación», no hay estrategias factibles para controlar la reproducción de esta especie.
Las recomendaciones que se conocen para prevenir el mosquito del dengue, como eliminar recipientes en desuso que puedan acumular agua, no se aplican a este «mosquito de inundación» porque es totalmente diferente el tipo de lugares en los que se cría.
«A diferencia del Aedes aegypti que necesita recipientes para que las larvas puedan desarrollarse y está directamente asociado a nuestro entorno doméstico, este mosquito se cría en ambientes naturales y en grandes espacios verdes. Lo que nosotros vemos en la ciudad es lo que derramó y llegó hasta acá porque tienen una capacidad de dispersión bastante buena», señaló la especialista.
Ante el brote de EEO en equinos, Fischer recomendó a la población utilizar repelente y, en caso de pasar tiempo en espacios verdes, llevar ropa con manga larga y pantalón largo para cubrir la mayor parte del cuerpo.
Además de estas sugerencias para evitar las picaduras del «mosquito de inundación», se recomienda mantener las medidas de prevención conocidas contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad del dengue.
Para prevenir el dengue, el Ministerio de Salud recomienda eliminar todos los recipientes que puedan acumular agua; cambiar diariamente el agua de bebedores de animales, macetas y floreros; vaciar regularmente los recolectores de los aires acondicionados; y mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
Respecto a cuánto tiempo podría extenderse el Aedes albifasciatus en la región metropolitana de Buenos Aires, Fischer estimó que «si no sigue lloviendo continuamente como hasta ahora, estos picos suelen ser de corta duración».
«No va a durar todo el verano, esta especie tiene una longevidad que no es tan larga y una mortalidad bastante importante como todos los mosquitos», aclaró.
«Muy rápidamente estos picos bajan en una semana, diez días, o dos semanas, excepto que siga habiendo episodios de lluvias muy intensas. Y aún en ese caso, no deberían ser las mismas cantidades que hay ahora porque este pico tiene que ver con muchos huevos acumulados esperando a que se anegue el terreno», concluyó.