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Así está Edward Furlong, el John Connor de “Terminator 2″: les pide plata a los fanáticos para sobrevivir, lucha con las adicciones y contra un pasado violento

A tres décadas del estreno del exitoso film, el presente del actor está lejos del glamour con el que transitó los ‘90. Excesos, denuncias de su expareja y su estrategia económica.

04/07/2021 – 12:15

Así está Edward Furlong, el John Connor de “Terminator 2″: les pide plata a los fanáticos para sobrevivir, lucha con las adicciones y contra un pasado violento

Edward Furlong, en una de las míticas escenas de «Terminator 2».

La frase es muy trillada, pero también elocuente: “El tren a veces pasa una sola vez en la vida”. Edward Furlong puede dar fe de eso. El actor de 43 años se encontró de casualidad con la oportunidad de ser una figura del espectáculo cuando fue elegido para formar parte de Terminator 2: El juicio final. Su rol era relevante: el John Connor que interpretó era el adolescente hijo de Sarah Connor que debía ser salvado por el T-800 para contener la rebelión de las máquinas. A 30 años del estreno del film, su personaje subsistió, pero él no logró sostenerse en el star system de Hollywood.

A lo largo de estas tres décadas Furlong enfrentó varias denuncias por violencia de género, fue arrestado por manejar bajo los efectos de las drogas y el alcohol y no consiguió nunca más un éxito del nivel de esa película. Además, superó varias recaídas por las constantes adicciones que tuvo. En los últimos meses, para ayudar a su flaca economía, empezó a pedirles plata a los fanáticos a través de una aplicación.

Cómo llegó Furlong a “Terminator 2″

Furlong nació el 2 de agosto de 1977 en California. Con 12 años se topó de manera casual con la oportunidad de su vida. Fue Mali Finn, la directora del casting de la película de James Cameron, la que lo vio y le propuso participar de la audición para el papel.

Edward Furlong y Arnold Schwarzenegger, durante una de las escenas de «Terminator 2».

“‘¿Qué querés labios de rana?’, le preguntó él. Ella le dijo, ‘Me gustás. ¿Estuviste alguna vez en alguna película?’. Respondió que no o algo así y ella le dijo, ‘no, en serio, ¿estuviste en alguna película?’. ‘Mi papá me graba en los cumpleaños’, dijo él. Así que empezó desde cero”, describió el realizador, en el reciente episodio del podcast The Rewatchables.

Por su parte, Furlong explicó: “Fue una locura. Fui y me dijeron que improvisara una escena. Esa fue mi primera audición. Una vez que llegaron los guiones, se empezó a convertir en algo real. Y Mali solo creyó en mí”.

El actor también recordó en el canal de YouTube Fandom Spotlite, en una charla que dio en diciembre de 2020, que no tenía idea dónde se estaba metiendo. “Cuando arranqué estaba estaba muy asombrado. Tuve que aprender cómo trabajar con gente que hacía películas. Fue una gran experiencia de aprendizaje”, agregó.

Furlong se convirtió de la noche a la mañana en un joven famoso que tenía las puertas abiertas de todas las alfombras rojas que luce Hollywood.

Entre 1992 y 2000 no hizo tantas películas, pero las suficientes para entrar dentro de la categoría de estrella adolescente: Cementerio de Animales 2, Antes y después, Detroit Rock City, Nuestro propio hogar y El susurro de la hierba. Su trabajo en la elogiadísima American History X, en 1998, fue el más importante a nivel actoral tras su paso en el cine como John Connor.

Del éxito a los arrestos por las adicciones y la violencia de género

La debacle de Furlong empezó a ocurrir a medida que avanzó la década del 2000. Con papeles cada vez más marginales en películas que iban directo a alquiler y no pasaban por las salas, su vida profesional tambaleó. Así pasó por títulos ignotos como Venice Underground, Jimmy and Judy, The Visitation o Nice Guys, entre varios de un nivel inclasificable.

En paralelo a su descenso a la Primera B de Hollywood, Furlong desarrolló una dependencia cada vez mayor a las drogas y el alcohol que lo llevaron a enfrentar complicaciones judiciales. En 2004, de acuerdo a lo que consta en el artículo de The Smoking Gun de ese momento, el intérprete fue arrestado por una situación extravagante.

Edward Furlong tiene 43 años.

“De acuerdo al informe del Departamento de Policía de Florence, Furlong y algunos amigos estaban en una tienda haciendo alboroto y sacando langostas del tanque. Cuando llegó la Policía, Furlong, que olía a alcohol, comenzó a dar vueltas en círculos cuando intentaron cachearlo”, aseguró la crónica de la época.

Pero las cuestiones más lúdicas, de a poco, dejaron paso al costado más oscuro de Furlong. En 2011 fue arrestado por violar la orden de restricción que su exesposa, Rachael Bella, había interpuesto contra él tras haberlo acusado por violencia de género. Se habían casado en 2006, pero el matrimonio duró solo 3 años.

“Me agarró, me golpeó, me empujó y me dejó mensajes diciendo que contrataría gente para que viniera y me pegara con cadenas y palos. Está tomando cocaína y otras drogas. Es muy impredecible”, declaró la mujer, de acuerdo a lo que consta en el reporte policial que publicó The Hollywood Reporter.

Después de eso, fue protagonista de otros escándalos más hasta que hubo una bisagra en su vida: en marzo de 2013, Furlong fue sentenciado a 180 días de cárcel por violar la libertad condicional que gozaba tras intentar pegarle a su expareja. Según ese medio, tras caer otra vez preso meses después, a través de un acuerdo de culpabilidad se le dio cinco años de libertad condicional, se le ordenó rehabilitación por sus adicciones y se sometió a 52 semanas de asesoramiento sobre violencia de género.

Furlong financia su economía con la plata de los fanáticos
Furlong no pasa un presente lleno de esplendor económico y profesional. Su participación en el relanzamiento de la saga creada por James Cameron, Terminator: Destino oculto fue fugaz, duró pocos segundos y se dio de una manera muy particular: los productores usaron sus expresiones corporales y faciales para el John Connor adolescente de Terminator 2: El juicio final que debía verse al comienzo del film. “Rodé por un día, usaron CGI, me pagaron y listo”, sintetizó en una entrevista que le hizo un fan en 2019.

Cuando en el canal Fandom Spotlite le preguntaron qué tenía que tener una película para qué volviera a actuar como en sus mejores épocas, el John Connor más famoso expresó: “Me gustaría que tenga arte. El arte es mi terapia. Crear lo que sea, siempre fue muy saludable para mí. Quisiera continuar haciendo eso, además de ganar plata, obvio”.

Tras las problemas judiciales que enfrentó, Furlong parece haber dejado ese camino atrás. Pero como sus dramas financieros perduran, se las rebusca para sostenerse. ¿Cómo? Por intermedio de la gran cantidad de fanáticos que tiene la franquicia de ciencia ficción que lo convirtió en estrella.

El actor tiene cuentas en Facebook e Instagram, pero también un perfil en Cameo, una app que sirve para que alguien pague por un saludo o una foto exclusiva de famosos. “Ey, soy Eddie Furlong, me uní a Cameo y dame algo de plata. Adiós”, dice el mensaje de bienvenida que les dejó a sus seguidores.

En 2006, la revista People publicó un reportaje a Furlong en el que el actor dejó una frase que resumió ese instante de su vida, pero que sigue teniendo vigencia por la manera que tiene de jugar al límite: “Me di cuenta de que en un momento me transformé en una historia más de E! True Hollywood Story”.

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