Tras haber sido salvada excepcionalmente por los conductores durante la última eliminación, volvió Esmeralda Mitre al escenario de Cantando 2020. «Gracias por salvarme. Me critican por todo, y por eso también, pero no me importa. Yo estoy muy agradecida», expresó la actriz en su previa.
Luego, elogió a Marcelo Tinelli, a quien aseguró que considera uno de sus maestros: «Marcelo es mi maestro en la televisión, como lo fue Juan Carlos Gené en el teatro o Eugenio Zanetti en el cine. Él me dio la oportunidad de sacar mi alegría, mi humor, cosas que tenía adentro y no las podía sacar. Él me convirtió en una persona popular. Es un maestro, y moleste a quien moleste, es mi maestro en la televisión».
Junto a su compañero, Nell Valenti, Mitre contó que tuvo una relación estrecha con Shakira, porque es muy cercana a la familia De la Rúa. «Es una obsesiva de su trabajo, muy buena persona. En la intimidad le decimos ‘Shak’. Es muy sencilla y más bella de lo que se la ve. Elegí este tema de ella porque fluye mucho y tiene gran potencia. Me parece una artista increíble», aseguró.
Moria Casán, en ese momento, le pidió que hiciera parte del monólogo de alguna de las obras clásicas que le tocó interpretar, y ella eligió uno de Hamlet. Después, la participante le propuso a Angel De Brito que realice dos de los pasos típicos de Tinelli y que Laurita Fernández y el jurado le den una devolución. El conductor no aceptó, pero gracias a su compañera llegaron a un acuerdo: si Esmeralda conseguía más de 25 puntos, el conductor de Los ángeles de la mañana tomaba el desafío.
Tras escucharlos cantar «Sale el sol», Nacha Guevara (6) expresó: «Hay una diferencia entre cantar y gritar. Hubo un exceso de volumen y de fuerza, y hay que administrar ambas cosas. Nell estuvo bien, incluso corporalmente. Esmeralda se zarpó y la voz de él, que es linda, desapareció. Con tantas cosas que hacés me parecés interesante porque estás loca y a mí me gustan los locos. Nunca sabemos con qué vas a salir. Y eso es una virtud, pero tenés que ser más respetuosa de tu compañero. Escuchá. Sin escuchar no se puede cantar».
«Vine bondadosa y dije que le iba a dar un voto de confianza a esta pareja, pero los escuché y no puedo hacerlo… Esmeralda empezó fuera de tiempo y desafinando. Intenté buscarle lo positivo, pero no encontré nada. Desafinó cuando cantó sola y cuando hizo voces con él. Si es tan difícil la entrada, que la haga él. Fue un riesgo que salió mal», consideró Karina «La Princesita» (1). Y ante las constantes interrupciones de la actriz, agregó: «Es muy triste que no aceptes las críticas, porque así nunca vas a progresar. Siempre faltás el respeto».
«Acá no se puede decir lo que uno piensa. Yo no te falto el respeto, te admiro como artista, pero puedo no estar de acuerdo. Siempre te victimizás y eso es un problema. Yo respondo lo que quiero», señaló Mitre.
Habría que implementar una charla debate», ironizó Oscar Mediavilla, dueño del voto secreto durante esta ronda de género libre. Y continuó: «Creo, con todo cariño, que a los que estamos acá no nos encontraron en la calle, tenemos algún motivo para ocupar este lugar. Lo lógico es que ustedes escuchen e incorporen. Nunca tuve problema de este tipo en ninguno de los concursos en los que oficié de jurado». Con respecto a la actuación de la pareja, cerró, escueto: «Ella estuvo pasada de energía y él canta muy bien. Eso es lo único que tengo para decir».
Por último, Casán (10) agregó: «Esta participante es ‘EE’, Esmeralda Esencial. No sé si es la fascinación del horror, porque a mí no me fascina el horror… Nunca entiendo lo que hace ni lo que canta… Me da una cosa completa, la estamos esperando en la pista y llena al escenario. Es under y enigmática. A mí me fascina lo que hacen los chicos, porque lo que hacen es tan malo que es bueno, da toda la vuelta. Ella es show. Seguí haciendo cosas que desconcierten que a mí me encantan».
«No tengo cómo agradecerte… ¿Dónde te mando un carrito de supermercado?», respondió Mitre, eufórica. Como apenas consiguieron 17 puntos, De Brito zafó de participar del desafío.