Según indicaron fuentes policiales, un joven pasó por el lugar y efectuó al menos un disparo con arma de fuego contra el frente de la seccional, tras lo cual huyó.
El destacamento policial de Castelar Sur fue atacado a balazos y se investiga si el episodio está relacionado con la muerte del motochorro que se hallaba alojado en uno de los calabozos de esa seccional por atropellar y matar a una joven de 21 años.
Fuentes policiales aseguraron que el ataque contra esa dependencia policial en el oeste del conurbano, se produjo en la noche del lunes, cuando un joven pasó por el lugar y disparó al menos un balazo contra el frente de la seccional, tras lo cual huyó a la carrera.
Como consecuencia de ese episodio, y ante la sospecha que el ataque puede haber estado relacionado a la muerte en uno de los calabozos del motochorro identificado como Leonardo Díaz (27), registrada horas antes, se dispuso un refuerzo en la seguridad de ese destacamento.
En tanto, voceros judiciales aseguraron que la autopsia al cadáver de Díaz determinó que falleció debido a las lesiones que sufrió durante el accidente ocurrido tras una persecución, a raíz del cual también quedó herido un cómplice que permanece hospitalizado.
Según los resultados preliminares de la autopsia, el joven murió por «traumatismo en la zona de la pelvis con hemorragia interna y contusión pulmonar, compatibles con tracción vehicular», es decir al impactar la moto en la que viajaba con otra persona contra la que tripulaba Milagros Silva (21) y su pareja, mientras era perseguido por la policía entre Morón y Castelar.
Los pesquisas aguardan las conclusiones finales del estudio forense para avanzar en la causa iniciada por la muerte de Díaz y establecer los motivos por los cuales si estaba herido fue llevado a una dependencia policial y no a un hospital como su cómplice, identificado como Martín Prada (19).
La causa por la muerte de Díaz es llevada adelante por la fiscal de Morón Marisa Monti, mientras que la que se inició por la persecución policial y posterior muerte de Silva está en manos de la UFI 4 de ese distrito, que instruye su par Oscar Marcos.
En el marco de esta última, el fiscal espera que el detenido herido se recupere para indagarlo por «encubrimiento» (la moto de los delincuentes era robada), «portación ilegal de arma de uso civil» (por un revólver .22 que le secuestraron) y «homicidio», que podría ser «con dolo eventual», por la muerte de Silva.
El hecho ocurrió cerca de las 21 del domingo último cuando un repartidor de comidas de la aplicación Rappi observó sobre la avenida Yrigoyen, a la altura del cuartel de bomberos de Morón, que tres jóvenes en motos perseguían a una cuarta persona y que uno de los sospechosos estaba armado, secuencia de la que los investigadores poseen un video.
Al cruzarse con un patrullero, el repartidor denunció el hecho ante los policías y brindó una descripción de los sospechosos, por lo que se irradió un alerta en la zona y fueron los efectivos de otro móvil policial, de la Comisaría 1° de Ituzaingó, quienes visualizaron a las tres motos en el cruce de Rivadavia y Pérez Quintana, de esa localidad de oeste del conurbano.
Al ver a los policías, los ocupantes de las motos comenzaron a huir, por lo que el patrullero inició la persecución de una de las motos, que tenía pedido de secuestro activo, ya que había sido robada en zona norte, detallaron las fuentes.
La moto estaba tripulada por dos jóvenes que se movilizaban sin cascos y se dirigieron hacia la zona de Castelar, donde mientras eran perseguidos embistieron en el cruce de las calles Pardo y Palmero a una motocicleta tipo 110 también blanca, en la que viajaba Silva con su pareja, Ariel Boracchia (23).
A raíz del impacto, la joven murió en el acto, mientras que su pareja sufrió heridas, al igual que uno de los tripulantes de la moto perseguida.
Si bien los familiares de Silva y los vecinos denunciaron que el móvil policial perseguía a los motochorros sin las balizas ni la sirena encendida, al menos tres cámaras de seguridad municipal de Ituzaingó captó parte de la persecución y se observa que el patrullero se hallaba con sus luces policiales prendidas.
Además, los investigadores aseguraron que el móvil de la Comisaría 1° de Ituzaingó que participó de la persecución no tiene ningún rastro de haber participado de un choque con la moto de los delincuentes, tal como denunciaron algunos vecinos.