La argentina Nadia Podoroska volvió a mostrar que sigue en una gran evolución al vencer este jueves a la italiana Camila Giorgi para instalarse en los cuartos de final del torneo de Linz, en Austria. Después de su gran Roland Garros, donde llegó a las semifinales hace un mes y trepó hasta el puesto 48 del ranking mundial, la rosarina ahora está exhibiendo que su juego también se puede adaptar bien en canchas rápidas indoor, condiciones bien diferentes a las que había en París.
En una batalla que se extendió por dos horas y 34 minutos, Podoroska, sexta favorita al título, se impuso por 6-7 (4-7), 6-1 y 6-4 a la italiana para acceder a los cuartos de final del torneo austríaco. Hija de padres argentinos, Giorgi llegó a estar 26 en el ranking mundial y fue campeona de este certamen en 2018, aunque en la actualidad se encuentra en el puesto 75 del escalafón.
En la siguiente ronda, Podoroska chocará con la rusa Ekaterina Alexandrova, cuarta preclasificada y número 33 en el ranking mundial, que se impuso por 7-5 y 6-1 a su compatriota Varvara Gracheva. La argentina había comenzado su carrera en el torneo austríaco con una sólida victoria el miércoles ante la rumana Irina Camelia Begu, en un partido que marcó su regreso al circuito tras su gran actuación en París.
El encuentro fue muy cambiante e irregular, con oportunidades para las dos jugadoras, que tomaban sucesivas ventajas en el marcador pero no las podían sostener. En el primer set, hubo tres quiebres por lado, pero todo se definió en el tie break, después de que la argentina levantara tres set points en el duodécimo juego. En el desempate, Giorgi mostró su mayor experiencia para quedarse con el set.
Más allá del impacto por ceder el parcial, Podoroska mantuvo su concentración y elevó su nivel de juego para tomar rápidas ventajas en el segundo set. Así pudo igualar el marcador al llevarse el set en 44 minutos, con un 6-1 más contundente en los números que en el desarrollo.
El parcial decisivo tuvo un trámite muy parejo hasta el séptimo juego, cuando la argentina quebró el saque de la italiana. Esa ventaja resultó suficiente para Podoroska, que manteniendo su servicio con solvencia se aseguró un gran triunfo y demostró que su techo en el circuito no está a la vista.
La europea de 28 años, quien empezó a jugar al tenis a los 5, debutó como profesional en el 2006 y actualmente se ubica en el puesto 75° del ranking WTA. Ya ganó dos títulos importantes, Hertogenbosch en 2015 y el que está disputando ahora, en Austria, en 2018. Sin embargo, lo más particular de su historia es que su padre y entrenador, Sergio Giorgi, es argentino y excombatiente en la Guerra de Malvinas.
La vida de Sergio cambió un sábado cuando volvía de salir a bailar con sus amigos rumbo a su casa en La Plata y encontró una notificación de que debía prepararse para ir a la guerra. Allí hizo base en el cuartel de los Royal Marines, en las afueras del Puerto Argentino.
“Estaba solo con mis hermanos, porque los tenía a cargo, y me encontré con eso. Tenía 19 años y no me daba cuenta de lo que estaba pasando. Pensé que me iba de vacaciones, a conocer un lugar nuevo. No va a pasar nada, decíamos. Y después pasó”, contó al sitio Te Leemos Las Noticias.
En 2012, cuando su hija avanzó hasta la tercera ronda de Wimbledon luego de comenzar en la clasificación, Sergio le contó a medios ingleses los momentos vividos en las Islas Malvinas. “Vi compañeros morir. Estuve, por lo menos, cuatro veces cerca de la muerte. Tuve la suerte de salir vivo de ahí. Cuando volví me fui a dedo de La Plata a Bariloche. Lo hice para olvidarme un poco; estuve dos semanas, volví y me puse a estudiar en la universidad”, confesó el hoy entrenador.
“Una vez que se terminó el conflicto hice mi vida, mi familia. Estaba estudiando medicina, me gané una beca y como tenía pasaporte italiano, me fui y me quedé allá”, explicó Giorgi sobre cómo llegó al continente europeo. Además, reconoció que su hija no representa a la Argentina porque nunca se lo propusieron. “Nadie tuvo un acercamiento conmigo, jamás. Existía la posibilidad, nosotros la pensamos; no se dio porque nunca tuvimos propuestas”, manifestó.
En la actualidad, Sergio acompaña a su hija Camila en su carrera, pese a que antes nunca había tenido contacto con el tenis.