Se aplica en dos dosis con un intervalo de dos semanas. Se basa en el virus inactivado.
El Centro de Investigación y Desarrollo de Inmunizantes Mijaíl Chumakov de Rusia inició la producción de su vacuna CoviVac contra el COVID-19, la tercera desarrollada en el país, informó el Ministerio de Ciencia y Educación. El presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que el país ya produjo los primeros lotes de esta vacuna.
La principal diferencia con el resto de vacunas contra el coronavirus es que se trata de una “vacuna muerta”, es decir, que se basa en el virus inactivado, y por lo tanto, es incapaz de provocar la enfermedad. Según el Ministerio de Salud, se almacena a temperaturas de 2 a 8 grados, con una vida útil de seis meses.
“En el primer semestre, el Centro planea producir 775.000 dosis. La ampliación de su base tecnológica, prevista para abril, permitirá fabricar al menos 10 millones de dosis de esta vacuna hacia finales del año en curso”, informó el ministro de Industria y Comercio de Rusia, Denís Mánturov.
El titular de Ciencia y Educación, Valeri Falkov, dijo a la prensa que el centro Chumakov mantiene conversaciones con la biofarmacéutica Nanolek para aumentar la capacidad de producción.
Antecedentes de la vacuna CoviVac
El Centro Mijaíl Chumakov es heredero del Instituto de Poliomielitis y Encefalitis de la Unión Soviética que ayudó a erradicar la polio en el mundo. Aidar Ishmujamétov, director general del Centro y miembro corresponsal de la Academia de Ciencias Rusa, explica que esta vacuna es “la más clásica”, porque está basada en una plataforma que se utiliza en todo el mundo. También indicó que los voluntarios inoculados con CoviVac en la fase II de los ensayos clínicos mostraron un alto nivel de anticuerpos.
El desarrollo de la vacuna se prolongó por espacio de casi un año, “un plazo muy corto”, porque, según Ishmujamétov, ninguna empresa occidental conocida pudo preparar una vacuna usando esta tecnología en tan poco tiempo.
Rusia hasta ahora registró tres vacunas de dos dosis contra el coronavirus:
.Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa,
.EpiVacCorona, producida por el laboratorio Vector.
.CoviVac, producida por el laboratorio Chumakov.
A diferencia de las vacunas Sputnik V y EpiVacCorona, la CoviVac prevé la inyección de la segunda dosis dos semanas después de la primera inoculació. Fue registrada el 20 de febrero.
“Es un fármaco que, definitivamente, no tiene efectos secundarios”, subraya Ishmujamétov, que afirma que entre sus voluntarios no se ha observado “ninguna reacción adversa”, siendo el único posible efecto no deseado cierto dolor en el lugar de la inyección.
La vacuna tampoco tiene contraindicaciones, si bien ciertas comorbilidades pueden afectar la respuesta inmune, por lo que el investigador no descarta que se puedan necesitar dosis adicionales para ciertos grupos.
En cuanto a la efectividad proyectada del antídoto contra diferentes variantes de coronavirus, el científico indica que, al tratarse de una vacuna de virus completos, “la modificación genética o lo que se denominan cepas o tipos separados del virus no son significativos”.
Los investigadores del centro de desarrollo están preparando artículos y esperan publicarlos en las revistas rusas y extranjeras dentro de unos meses.